lunes, 23 de diciembre de 2013

Tu pareja te impide... cantar

Que si cantas mal, que si me duele la cabeza, que si hoy no me siento con ganas de cante, que si hoy no, cariño, que si :(, que si :'( o incluso peor D': o qué se yo... Por no hablar de comentarios sarcásticos, paternalistas, victimistas, o las bromas delante de los amigos, o "es que quiero ver las noticias, que son importantes" (las p*s noticias, ya volveré a arremeter contra ellas), o "estoy viendo una película" o "mañana, ¿vale?". Etcétera, etcétera, etecétera.

Y luego te quedas solo y no cantas porque no te apetece, porque a tu chica/o no le gusta que cantes y entonces no lo haces ni cuando puedes, no sea que entre por la puerta y se lleve un morrocotudo.

Más adelante llega el día en que cantas ya por fastidiar, por revancha, por "ahora me toca a mí", y descubres que las notas de música tienen un sabor amargo en la boca y un deje de desentone en el oído por la falta de costumbre y la falta de ganas.

Pero, ¡ayyyyyyyyyyy ese día que te resolterizas! ¡Qué placer encuentra uno en el canto! ¡Cuántos Bravos y cuántos Ninos y cuánto sol cuando amanece... yo soy líííííbre!

Como el mar. Eau d'eté.

Y lo disfruto más que un "plumeroparael...". Desafino, por la falta de costumbre. ME DA IGUAL. Canto por la mañana, por la tarde, por la noche, y aunque los vecinos no se han quejado, estoy seguro de que canto hasta en sueños. Y de repente mis sueños dejan de ser repetitivos, sueño con paisajes nuevos, con caras nuevas, con situaciones que no conocía (ni en sueños, fíjense qué cosas). Que llevaba lustros de sueños repetidos y San Seacabó de los Acaboses. Ahora sólo sueño con sitios que visito a las pocas semanas. Asusta un poco, pero...

... Contras, ya me perdí otra vez. Lo siento. El único consuelo que me queda es que esta entrada iba sobre el canto y aquí estoy, dando el cante con mis divagaciones. Feliz Navidad a todos los que se la merezcan. Al resto ya se lo desearé cuando me confirme, si llegare el día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario