martes, 24 de enero de 2012

Escupiendo para arriba

Querido FBI:

Gracias por cerrar Megaupload. Lo has hecho en el momento justo. Al menos, para mí.

Y es que estaba ya planteándome que, cuando todo el mundo hablaba de colgar sus documentos en la nube, y de sus ventajas, y pasa de disco duro, de cds, de soportes de todo tipo, por no hablar ya de esa siglopasadez del papel, por Ford bendito, espabila; cuando ya estaba ya casi convencido, e incluso había empezado a colgar algunos documentos, tímidamente, aún con copias de seguridad por todo el orbe físico y virtualmente impalpable, ¡ZACA! No sólo FBI hasta en la sopa, sino incluso SOPA hasta en el FBI antes de terminarla de cocer.

Lo que es cocer, no me es-cuece nada, porque (a) no tenía nada en MUL (b) no usaba MUL (c)-onclusión: por no perder, es que ni la tranquilidad he perdido. Ni un documento, ni un minuto de sueño, sólo quizá estos minutos que estoy dedicando a escribirte estas líneas.

Y te las escribo porque me has quitado un peso de encima. Yo siempre preocupado, con esta angustia cangrejística por un futuro nequérrimo en el que todos como tontos cargamos todo en internet y tú te lo podías estudiar a tu antojo cuando te diera la gana, y total, para nada. Ahora, muchos se han llevado el susto. Muchos dejarán de colgar sus cosas en internet. Muchos no empezarán. Algunos quizá ya hayan empezado a no tener sus documentos en ningún dispositivo conectable a internet, por si los jacos (los tuyos, claro). O por si los de Troya (los jacos troyanos). O por cualquiera de la virtualmente inacabable lista de riesgos, meteoritos incluidos.

Creo que has tirado un pedrusco bien gordo a tu propio tejado. Tan gordo, que te has quedado al descubierto. A la intemperie. Temporal, que los humanos olvidamos rápido, y las nuevas generaciones, en un abrir y cerrar de huindous estarán otra vez dándote carnaza.

Yo espero haber aprendido la lección antes de mi examen. Quién sabe: nadie es perfecto, y algunos profesores (como el difunto L-L, en su día conmigo) se inventan los suspensos. Porque lo que nos engorda no es la comida, ni el dinero. Es el poder. Y si no tienes pruebas, pero tienes tirria, ya te inventarás un MUP para encerrar a quien más gordo te caiga, pese lo que pese ese gordo relativo y a quien pese.

Nadie está seguro, hoy en día. Y nadie es perfectamente bueno ni malo. Hoy, yo creo que tienes la batalla perdida. Porque FBI sólo hay uno, y los anónimos, como bien dicen de sí mismos, son legión.

Soy de los que piensan estáis pagando a mucha gente para decir que los cines están más llenos desde el viernes (creo que, de todos mis amigos y conocidos que van al cine regularmente, ninguno ha ido al cine este fin de semana, digan lo que digan en las noticias); pero es que aunque fuera cierto, a ver lo que os dura. Que la cultura está muriendo, sí; pero por toda la basura que se publica, porque va a haber que inventar un nuevo término de lo que es cultura. ¡Y ni siquiera he mencionado aún los precios!

De momento, gracias, y descansa en paz el tiempo que te quede.

lunes, 9 de enero de 2012

Diciembre

Vuelta al proceso laboral. Ya, ya sé que es enero (incluso tan tarde como un nueve). Y no, no quiero sonar resignado ni pesimista. Me encanta volver al trabajo.

Y me encanta volver al trabajo por multitud de razones. Para mí, la rutina es un salvavidas en el mar de las tendencias autodestructivas, y también una fuente de inspiración para mis ratos de ocio, no sólo por todos esos sueños y aspiraciones de los que me lleno para "el día que tenga tiempo", sino porque uno ve a personas y sus reacciones, situaciones, noticias, preocupaciones, que no tienen cabida en la burbuja del "pasamitiempo", del "migocio" (como opuesto al ne(g)ocio).

Pero es que ayer noche aún pensaba que mis vacaciones de Navidad tan sólo habían sido sobrevividas sin grandes penas ni lágrimas; y me bastó un viaje de 26 minutos en autobús hasta el trabajo para darme cuenta de que no ha sido así, que han sido unas vacaciones especiales en muchos sentidos:
  1. He desconectado y he descansado (no me pasa en todas las vacaciones, como muchos sabéis).
  2. He acudido al médico, que me hacía falta (y no voy siempre que me hace falta).
  3. He escrito, he compuesto, he ordenado papeles, he limpiado la casa, he practicado piano y guitarra, he grabado un par de canciones, en definitiva, he aprovechado el tiempo (lo cual, teniendo en cuenta el punto uno, tiene especial mérito, reconocedlo); y ello tanto para cosas necesarias como para mis proyectos particulares.
  4. He hecho una gran variedad de trabajos manuales: marquetería, cestería, costura, pirograbado... lo cual me ha ayudado a ordenar muchos pensamientos y, cómo no, a sorprender gratamente a algunas personas.
  5. He paseado y he visitado a parientes y amigos.
  6. He leído (cómic, novela, bitácoras, noticias) y he escuchado música (clásica, romántica, moderna), mucho más que normalmente, de gran variedad de autores.
  7. He peleado con el mastodonte burocrático dos veces y he salido victorioso en al menos la primera ocasión (espero que la segunda también).
  8. Una amiga que cometió suicidio resultó, al día siguiente, que la consiguieron reanimar y está vivita y coleando, aunque tardará en recuperarse, claro (y eso es para varias entradas de bitácora por sí solo).
  9. He visto a mis sobrinas andando. A las dos. Y familia, amigos y yo nos hemos visto por la cámara web. Ya no hay distancias físicas, sólo personales.
  10. He descubierto una bitácora en inglés tremenda, de la que he leído y leído durante las vacaciones, que me ha abierto los ojos sobre muchas cosas que hago bien y muchas que sigo haciendo mal. Lo siento por quien le pese, pero una buena autocrítica necesariamente debe incluir reconocer lo que se hace bien. Todos hacemos cosas bien. Y reconocerlas en voz alta no es necesariamente presumir, sino principalmente enseñar a otros el camino, con presunción o sin ella. Si alguien está acomplejado o es egoísta, es su problemaÑ yo no quiero caer en ninguna de esas dos categorías. En cuanto a la bitácora en cuestión, podéis acceder a ella pinchando aquí.
Éstos son algunos ejemplos. Han pasado más cosas, algunas demasiado privadas para compartirlas con la nube (en persona, por teléfono o por emilio ya es otra cosa). Teniendo en cuenta todo lo que he dormido y todo el tiempo que he perdido... creo que han sido unas vacaciones tremendamente intensas.

Eso sí, ojalá tenga muchas tan intensas y relajantes como éstas. Vacaciones que merezca la pena haber vivido. Vacaciones que me hagan trabajar mejor. Vacaciones que me enseñen el camino para ser alguien mejor que antes, siga dicho camino o no. Vacaciones con tiempo para los demás y para mí mismo. Vacaciones sin aburrimiento.

Vacaciones que me hagan soñar con las próximas.