En realidad, todos los impedimentos están en la cabeza de uno... pero a veces te "apoyan" en impedirte.
Bendita sea la falta de interés. Cuando a tu pareja no le interesa lo que haces, nada te impide seguir haciéndolo (relativamente - si quieres tener una vida en común, habrá ocasiones en que haya que hacer de vísceras corazón, pero eso todavía entra dentro de lo aceptable).
Lo peor no es que a la persona que amas no le interese, que no busque, no indague, no te pregunte, no lea de su mano mayor nada de lo que escribes. ¿O quizá sí? Quizá ese sea un veneno más efectivo, de esos que te matan poco a poco y tú luego no sabes por qué dejaste de escribir...
A corto plazo, sin embargo, es más efectivo el que te acerques con toooda tu ilusión, porque sabes que has escrito algo bueno, o por lo menos algo que merece la pena ser leído, algo que nadie se arrepentirá de haberle dedicado cinco minutos... y a la primera palabra (¡a la primera!) te corte y te diga "No me gusta". ¿Perdón? Creo haberte entendido mal. No, me has entendido perfectamente, no quiero que me leas más.
Y flipas.
O esa otra ocasión en la que te dice, con estudiada y remarcada vocalización, lo suficientemente des·pa·cio para que sufras y lo sufic. v'loz para que no se note lo que lo disfruta, que e·so·es·u·na·cho·rra·da. Y tú vas sólo por el segundo párrafo del cuento.
Entiendo, es un peñazo oír a los escritores leer lo que han escrito. Pero no se trata del cuento en sí, sino de estudiar las ideas, de comunicarse, de que te apoyen en lo que te gusta igual que tú apoyas a tu media naranja en lo que le gusta a ella, siempre, en todo. Y tienes tantas cosas escritas que la otra parte no hace nada por leer...
Después de unas cuantas más, llega el día en que avisas, que no vas a hacerla partícipe ya de nada, y que luego no se mosquee si no le cuentas lo que haces. Te mira con cara de cordero degollado y que le interesa mucho, pero que está reventada, y que sejustificasejustificasejustifica.
Es demasiado tarde.
Pero algún día de resolterizarás y, tras un periodo de crisis, un día las letras empezarán a salir de tus manos sin que tú las busques. Tu cabeza se llenará de historias. Tus amigos (los de A mayúscula), tu familia, te recordarán y te harán sentir que les encanta lo que haces (siempre lo siguieron haciendo, pero ahora te das cuenta).
Y ¿quién se lo va a perder? Quizá nadie. Porque tanta justificación significa que no le interesaba. Y tú sólo tienes que olvidar el amor que sentiste (así de fácil, ja, ja), y que una nube de tu memoria... ¿de quién hablamos? ¿Qué estaba diciendo? Creo que necesito echarme una siestezuca...
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miércoles, 25 de diciembre de 2013
Tu pareja te impide... escribir
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lunes, 23 de diciembre de 2013
Tu pareja te impide... ir a conciertos
Es que no aprendemos. Y claro, vas y le dices a tu media naranja que sin ella no te apetece ir a ese concierto (o esa fiesta, o función de teatro, o lo que sea). Como lo sabe, tiene un gran arma en su poder.
Tú aún no lo sabes, pero tu pareja lo va a utilizar para limitarte. Cuando vaya a tu ciudad 4Tet (como me pasó a mí) o cualquier otra cosa que te apasione especialmente y vayas y le digas que pagas tú, que eso no te lo pierdes, tu pareja sabrá que te lo vas a perder porque no piensa acompañarte y tú no iras sin tu amorcillo, porque eres así de idiota, y tu amorcillo es así de indeseable, y además porque te pone cara de cordero degollao y que lo siente mucho, pero que concretamente a ese grupo no lo soporta.
Negativa tras negativa, te acostumbras a quedarte en casa, porque cuando hay tiempo en común no hay nada a lo que ir, y cuando estás solo... no te apetece.
Te apuntas a unos estudios a distancia, para cuya consecución debes ir a conciertos. Entonces te dice que la pena que le da, no poder ir a conciertos, que lo que más le gustaría en el mundo es poder acompañarte. Tú aún no sabes que es un intento de chantaje emocional para que no vayas tampoco - pero aunque no lo sabes, no sucumbes, porque has pagado una matrícula muy cara y tienes que acabar los estudios aunque tu pareja se deprima (que no va a ser el caso).
Y luego rompéis y te enteras de que a los quince días ha ido al concierto de ese 4Tet que tanto odiaba. Porque no lo odiaba. Lo que sentía era pasión por fastidiarte. E igualmente, está yendo al teatro, y a musicales, y a toda la oferta cultural del país, porque ya no tiene que sacrificar sus gustos en aras de sacrificar los tuyos (manda webs), y lo que tiene que hacer ahora es pasarte por los morros su pasión por la cultura, a ver si así tienes miedo de que os encontréis y dejas de ir.
Esa encarnación de la indeseabilidad, esta vez, no se ha salido con la suya más que con 4Tet. Y como tampoco tengo tiempo de ir a verlos, pues ni me apena.
Tú aún no lo sabes, pero tu pareja lo va a utilizar para limitarte. Cuando vaya a tu ciudad 4Tet (como me pasó a mí) o cualquier otra cosa que te apasione especialmente y vayas y le digas que pagas tú, que eso no te lo pierdes, tu pareja sabrá que te lo vas a perder porque no piensa acompañarte y tú no iras sin tu amorcillo, porque eres así de idiota, y tu amorcillo es así de indeseable, y además porque te pone cara de cordero degollao y que lo siente mucho, pero que concretamente a ese grupo no lo soporta.
Negativa tras negativa, te acostumbras a quedarte en casa, porque cuando hay tiempo en común no hay nada a lo que ir, y cuando estás solo... no te apetece.
Te apuntas a unos estudios a distancia, para cuya consecución debes ir a conciertos. Entonces te dice que la pena que le da, no poder ir a conciertos, que lo que más le gustaría en el mundo es poder acompañarte. Tú aún no sabes que es un intento de chantaje emocional para que no vayas tampoco - pero aunque no lo sabes, no sucumbes, porque has pagado una matrícula muy cara y tienes que acabar los estudios aunque tu pareja se deprima (que no va a ser el caso).
Y luego rompéis y te enteras de que a los quince días ha ido al concierto de ese 4Tet que tanto odiaba. Porque no lo odiaba. Lo que sentía era pasión por fastidiarte. E igualmente, está yendo al teatro, y a musicales, y a toda la oferta cultural del país, porque ya no tiene que sacrificar sus gustos en aras de sacrificar los tuyos (manda webs), y lo que tiene que hacer ahora es pasarte por los morros su pasión por la cultura, a ver si así tienes miedo de que os encontréis y dejas de ir.
Esa encarnación de la indeseabilidad, esta vez, no se ha salido con la suya más que con 4Tet. Y como tampoco tengo tiempo de ir a verlos, pues ni me apena.
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