jueves, 3 de febrero de 2011

La vejez - reflexiones rápidas

¡Qué malo es hacerse viejo! Pero ¡cuánto peor es no llegar a verlo!

Hay quien dice que quiere morir joven en un cuerpo viejo. A mí me parece tremendo. Yo quiero morir joven en un cuerpo centenario, usado, no abusado, un cuerpo que haya merecido la pena vivir, que se note que no ha estado guardado en un saco de cremas y que haya durado hasta el final porque no se haya machacado con drogas, golpes innecesarios, demasiado sol, etc. Que tenga arrugas - las justas y las apropiadas para esa edad. Que la muerte me sorprenda, pero tampoco demasiado - que no me sienta con ganas de morir, pero que ya haya llegado a una edad que tampoco sea una tragedia.

Es curioso que algunos ancianos echen pestes de los viejos. En fin, como algunos también echan pestes de los jóvenes, y después de todo quizá sean los mismos que echan pestes de los viejos, quizá no habría que prestarles demasiada atención. Después de todo, también hay jóvenes que echan pestes de jóvenes y de ancianos. En cualquier caso, no me gustaría llegar a esa ancianidad que odia a los viejos como si uno no lo fuera. Que ya no soy el más joven y nunca lo seré (a Dios gracias, porque vamos, que si la Humanidad no bajara de treinta y ocho años, mal íbamos).

Quiero llegar a viejo y quiero serlo, con dignidad, con la juventud mental justa, con ganas de vivir, con energía para vivir y repartir a aquellos que les falte, con el sentido del humor del que hoy carezco.

Bueno... y a ser posible, que todo ello se vea apoyado por una jubilación que me permita repartir algo más que energía...

1 comentario:

  1. Todo un proyecto. Pero, por lo que voy conociendo de tu forma de ser, de tu actitud ante las cosas, nada, es bastante factible.

    Abrazo.

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