domingo, 2 de enero de 2011

Estonia y el euro

Estoy en Tallinn, donde acaban de recibir el euro. Igual que en España, tienen un periodo de adaptación. Y me resulta divertidísimo ver las caras de la gente, lo despacio que calculan todo, cómo se sonríen con complicidad porque todos saben lo difícil que es... Y a mí me miran con apuro, como si yo no pudiera entenderles. Sólo que bien me acuerdo todavía de lo mal que lo pasaron algunos en España ¡durante meses! y de todos los cambios mal dados. Ahora ya nos parece un chiste... Y madre, lo bonitas que se ven las monedas recién batidas y el mal aspecto que tendrán en 10 años :) Gema, aún me faltan tres para tu colección, a ver si te las consigo mañana. Campurrianos y montañeses... el olor que me asaltó al bajar del avión fue el de Brañavieja. Y la nevada, como las que había en Cantabria hace 30 años. Espectacular.

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