jueves, 1 de agosto de 2013

En el nivel 92, se acabó el Candy Crush Saga. No juego más. He jugado ese nivel dos veces. Me resulta tan antipático que me ha amargado el juego. O eso, o me saturé. como tantas otras cosas que me saturaron en el año 91 y que decidí acabarlas para siempre. En el 92 comenzó la nueva Gran Etapa de mi vida, cuando comencé a vivir la vida como yo la quería. Y en el 2012, comencé a disfrutarla a otro nivel. Los cuarenta años. Ya tengo 41 con 12 días, 4 horas y 8 minutos. Estamos a mediados del 2013 (20+13 = 33, más 0,5 = 33,5). Se acabó el Candy Crush.

Esos +33,5ºC grados de hoy en Vega de Pas (+92ºF) que se marcaban como +45ºC en Selaya y se sentían como >+60ºC pasado el desvío hacia Pisueña, pueden haber influido en esta decisión. El azúcar ya estaba chamuscado y se me carbonizó el caramelo.

La vida puede ser un infierno, dentro y fuera de uno mismo, con la ayuda del tiempo y de las personas adecuadas. Parafraseando a mi amigo Fercho, a alguna gente se la puede considerar tiempo pasado, tiempo presente, tiempo perdido o una combinación de primero y tercero. Ya está bien de perder el tiempo y de pasarlo perdiéndolo.

Se acabó el Candy. Crush.

A por la Saga.

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