domingo, 9 de junio de 2013

Fin de semana de no parar

Horas de clarinete, de piano, de guitarra, de canto.
La cocina, desengrasada, todo limpio y en su sitio.
El suelo de toda la casa, barrido, aspirado y fregado.
El baño y el aseo, pasados el polvo, limpios, desinfectados.
Comidas y cenas preparadas, comidas y digeridas.
Toooda la ropa (incluida la de cama) lavada, tendida y después guardada.
Las manchas de la alfombra, DESAPARECIDAS.
Los espejos, como una patena.
El salón, de exposición o de revista.
La jaula de la cotorra, sin una cagalita.
El trastero organizado.
Las plantas, regadas, podadas y recolocadas.
Los plásticos, vidrios, papeles y cartones, reciclados.
El aluminio y los tapones, enjaretados.
Si no hubiera hecho fotos del antes y el después, no me creería que no han pasado ni cuarenta horas.

Para la próxima me quedan las ventanas, cambiar algunas plantas de tiesto, el otro cuarto, el otro trastero, el garaje y la nevera. Y poner la bici y el ánimo a punto. Pero me temo que éste último me va a llevar más tiempo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario