sábado, 26 de julio de 2014

Una propuesta

En nuestro edificio, tenemos un administrador. El administrador cobra un precio por su trabajo. El precio está acordado de antemano. Si el administrador tomare decisiones que no le competen, y/o robare, y/o modificare el precio de su trabajo sin una consulta previa, y/o no realizare las tareas por las que se le paga, probablemente no sólo le pondríamos las peras al cuarto, sino que buscaríamos otro administrador. Y si no hubiere ningún administrador aceptable, tendríamos que formar un grupo de vecinos y administrar el edificio en común, como fuere. Y a los administradores, a todos, los denunciaríamos, les pediríamos compensación económica, y si el daño fuere suficientemente grande, en términos morales, psicológicos o económicos (p.e.), podría caerles hasta cárcel.

En política, no lo hacemos.

Mi propuesta es tratar (pagar) a los políticos (senadores y diputados, entre otros) como los Administradores que son. Esto se podría concretar en diversos puntos, que veremos a continuación. La lista no es exhaustiva (ni es de ocurrencia mía exclusiva, que quede claro):
  • si el Administrador faltara a su trabajo, no cobrará la parte proporcional del sueldo, dividido en días laborables del mes correspondiente; es decir, si no trabaja, no cobra
  • si el Administrador está físicamente presente en el lugar de trabajo, pero se encuentra realizando tareas que no tienen nada que ver con su función (hablando en los pasillos, reunión de cafetería mientras se votan leyes, jugando a juegos en red y un largo etcétera), podrá ser penalizado con la pérdida de la parte correspondiente del sueldo para ese día; en caso de reincidencia, podrá perder su puesto de trabajo sin derecho a compensación económica cualquiera
  • el Administrador que perdiere material de trabajo necesario e insustituible, deberá financiar la pérdida de su bolsillo; ejemplos de este material podrían incluir fotocopias, teléfonos, tabletas, ordenadores, copias de leyes, folletos, bolígrafos; dicho de otro modo: si un diputado recibe un ordenador del Estado y lo pierde, tendrá que pagarlo de su bolsillo
  • la Administración Pública no deberá aportar a los Administradores material de trabajo que no sea necesario e insustituible para la realización del trabajo de Administrador
  • cualquier adquisición (compra) de material de trabajo para un Administrador deberá estar justificada de forma plena, previa e inteligible para el ciudadano no avezado en lenguaje administrativo (deberá justificarse con lenguaje NORMAL)
  • un Administrador no cobrará sueldo del Estado una vez que terminen sus funciones; sin embargo, tendrá derecho a subsidio de desempleo, pensión de jubilación, mes de vacaciones durante su "mandato" (= periodo administrativo) y otras ventajas en los mismos términos que cualquier trabajador, sea de la Administración Pública o de una empresa privada
  • los sueldos de los Administradores no podrán ser superiores a tres veces el Salario Mínimo Interprofesional, ni podrán crecer a porcentajes superiores a los de cualquier pensión de jubilación
  • las malversaciones de fondos, las preferencias, las prevaricaciones, las decisiones económicas que se prueben desafortunadas para el bienestar del país, podrán conllevar cárcel, y deberán exigirse compensaciones (adecuadas) para el país
  • no existirán dietas de transporte para los Administradores mientras no existan para los demás Trabajadores del país; si quieren ir al trabajo en coche, pueden hacerlo en su coche pagándose ellos el combustible, como hace el resto.
SOY CONSCIENTE de que, si el trabajo de Administrador no conlleva determinadas ventajas frente a otros trabajos, y sólo conlleva riesgos, nadie querrá hacerlo. Por eso, creo que deben establecerse también determinadas ventajas. Un ejemplo de una ventaja (formulada, desde luego, en forma condicional) podría ser el siguiente:
  • si el Administrador tiene derecho a un almuerzo pagado, éste se servirá en el trabajo; no cobrará dietas alimenticias, porque ya se ha invertido en su almuerzo; el administrador tiene derecho a acudir al trabajo con la tartera-fiambrera y llevarse el almuerzo para cenar, si así lo desea
  • las consumiciones que se hagan en el lugar de trabajo fuera del mínimo mencionado en el punto anterior deberán ser costeadas en su totalidad por parte del Administrador que fuere (que cada cual se pague lo que consuma, nada de cubatas a cargo del Contribuyente)
  • qué se yo... ¿el sueldo no deberá ser inferior al doble del Salario Mínimo Interprofesional? (no olvidemos que hay que motivar un poco, y que las culpas se las chupan solitos aunque tengan/tuvieren buenas intenciones...)
¿ME OLVIDO DE ALGO IMPORTANTE? A medida que me vayáis escribiendo, iré colocando algún punto más. De momento, que se sepa: el día que vea que un partido político en pleno propone esto (o algo en esta línea), tendrá mi voto. Esto para empezar a sanear la política, Luego ya nos meteremos con el resto del programa, una vez que todos los partidos se comprometan a ser Administradores, y no chupópteros.

Lo que viene ahora no es parte de la propuesta que da título a esta entrada, sólo son pensamientos previos para alguna otra demanda en el futuro. Lo incluyo porque podría estar relacionado con la propuesta si uno se planteara la siguiente pregunta: ¿DE DÓNDE SALDRÁ EL DINERO PARA PAGAR A LOS ADMINISTRADORES? (dicho de otro modo, de qué partida de los Presupuestos Generales no se va a quitar)

EL PROBLEMA DE LA TRANSPARENCIA:
¿Dónde se va el dinero del Contribuyente? Yo nunca tengo claro dónde se va. Y que conste, lo que voy a proponer ahora NO ENTRA dentro de la propuesta del pago a los Administradores, sino que es otra cosa:

NO SÉ SI ES VIABLE: o hasta qué punto, que la recaudación de la Seguridad Social se utilice única y exclusivamente para la Seguridad Social; que los impuestos sobre la propiedad (privada) se utilicen para infraestructuras relacionadas con las propiedades comunes; que los impuestos del tabaco se utilicen sólo para fines especificados previamente (por ejemplo, aunque no necesariamente: I+D, Sanidad, fundaciones, becas); y así sucesivamente. Quizá esto ayudara a que hubiera una mayor transparencia en los Presupuestos Generales y también a la hora de evaluar la actuación de una Administración (Gobierno) concreta - esa transparencia que tantos echamos en falta algunos. Y sigo sin responder a la pregunta de cómo financiar los sueldos de los Administradores, porque no conozco la respuesta. ¡Ayuda!

GRACIAS A TODOS por vuestro apoyo y vuestros comentarios.

Nuevamente, el 15-M

Ya dije en su día que el 15-M iba a fallar como tal:
  • se pedían demasiadas cosas a la vez
  • las exigencias eran demasiado dispares
  • se incluyeron demandas peregrinas
  • no había suficiente gente "seria" a la vista
Podría ir en detalle con estos puntos, especialmente si considero que me van a llover bofetadas por el último punto (quizá los medios no presentaban a la gente seria, o quizá estaba demasiado diluida). Por ahora, baste con recordar que, al comienzo de la crisis, se apuntaba al carro de los maltratados gente con sueldos que doblaban el de los verdaderos maltratados, y nadie abría el pico porque denunciar a los aprovechados implicaba falta de solidaridad y además era políticamente incorrecto.

Hoy tengo cada vez más sospechas de que el 15-M fue una combinación de manipulaciones, probablemente; y que, con ayuda del azar o por mera intención, se realizó el movimiento en una forma que tan sólo benefició a los que estaban arriba, de una parte (no tuvieron que irse con el rabo entre las piernas), y a grupos políticos emergentes, de otra (que vieron menguar, en su propio beneficio, el peso político de los partidos grandes).

En el 15-M había algunas ideas buenas que se perdieron en un mar de gilipolleces. Desafortunadamente. Sé que hay muchas cosas muy urgentes, y que a todos nos urgen cosas distintas. Dejadme ahora que lo replantee, aunque probablemente sea tarde: por sentido común, la próxima vez que demandemos algo, pidamos las cosas de una en una. Luchemos, gritemos, denunciemos todos juntos, y las cosas de una en una, y cosas que sean urgentes y necesarias. Si mezclamos el comportamiento de algunos Administradores (o de la mayoría, o de todos) con la legalización de la marihuana, el impuesto de sucesiones, el derecho a fumar en un restaurante y la 15ª paga extra para podernos ir de vacaciones al Caribe, nadie nos va a tomar en serio. Sed conscientes.

Y mi próxima entrada de blog será sobre el pago a los Administradores por su labor. Una cosa cada vez. Quizá haya puesto demasiadas ideas en esa futura bitácora, quizá sean pocas, pero se refieren al dinero que se merecen senadores y diputados. Nada más que eso. Ya llegará el tabaco, la gasolina, la Seguridad Social, la paga extra, impuestos arriba, impuestos abajo, IVA sí, IVA no, etc.